Estra­tegia

Somos críticos: analizamos pormenorizadamente cada proyecto, le damos vueltas, buscamos llevar la idea a la realidad de forma efectiva y adaptada a cada situación. Eso es estrategia para Factor ñ.

Hablemos

Áltico: estrategia de cambio

«Hola soy Javier, tengo una empresa que marcha como un tiro, pero quiero revolucionar mi marca. ¿Podrías convertirla en otra? si, darle la vuelta como un calcetín o como un cajón que pega más con las cocinas; pero eso sí, quiero vender aún más y sobre todo que mis clientes sigan confiando en nosotros».

Ahora aparezco yo en escena. Soy Marisa y mis manos están nerviosas. «¿Cómo, Javier? Igual no te he entendido, ¿quieres cambiar de marca, aún teniendo éxito y ventas con ella?» Solo un lapsus de tiempo, mientras Javier me contesta, y mi cabeza empieza a imaginar casos hipotéticos. Estos clientes están locos totales, o igual andan de trifulca entre socios, o es una herencia familiar desastrosa, o quizás son antojos innecesarios; espera, ya lo tengo, serán complicaciones con la franquicia… ¡ah! Y de repente, zasca en toda la boca: el cliente sabe lo que quiere y es de lo más sensato: «queremos ser nosotros mismos, crecer aún más, pero con nuestra propia identidad y nuestra propia voz». El cliente quiere evolucionar.

Áltico Cocinas llegó a nosotros como Nolte Küchen Málaga pero necesitaban una transformación que reflejara sus valores empresariales, el punto de madurez en el que se encontraban y la relación que tenían con sus clientes.

Trabajamos desde la estrategia de cambio, con sesiones en equipo consensuadas al completo, divertidas, generosas y muy enriquecedoras. Los puntos de partida para construir esa nueva marca eran los siguientes:

  • El producto. Las mejores cocinas a medida de las necesidades de nuestros clientes buscando, siempre, su máxima satisfacción, incluso una vez finalizado el proceso de compra.
  • El epicentro. Poner al cliente en el centro de todas las decisiones estratégicas y contando con un equipo que está totalmente alineado con nuestros objetivos.
  • La diferencia. Calidad, seguridad, atención y acompañamiento al cliente a lo largo de todo el proceso, compromiso, postventa de por vida. La satisfacción del cliente tiene que estar por encima de todo.
  • El tono. Calidad, compromiso, fiabilidad y cercanía.
  • La imagen. Limpieza, modernidad, comodidad y bienestar.

Establecido dónde estaba el cliente y hacia donde necesitaba ir, el equipo creativo bautizó como Áltico a esa evolución. El desarrollo del universo de marca, piezas corporativas y la web asentaron ese nuevo renacer que la empresa buscaba y que justificamos mediante una campaña que explicaba a sus clientes su crecimiento empresarial.

Realizar un cambio de marca y de estrategia de comunicación siempre es complicado porque tu público debe entender bien esa transformación. Y si a eso le sumamos los objetivos en ventas marcados por la empresa, es un doble salto mortal con rotación. Que impresiona, sí, pero mortal no es si se hace de la forma correcta.