Si el mundo se mueve ¿por qué la imagen que proyecta tu empresa no? Hoy en día nos comunicamos en vídeo, y trasladar el mensaje de tu marca en un formato audiovisual bien estructurado, con sentido y con estilo propios es muy importante.
HablemosEl trabajo que realizamos con Brigada Antiacoso se remonta a los orígenes de la iniciativa. Después de todos estos años aún seguimos colaborando con Asociación Infania y con ADA para que el acoso escolar tenga nombre y apellidos, para que podamos señalarlo con el dedo y mandarlo fuera de las clases.
Este año, después de algunas idas y venidas y de las dificultades para acceder a los colegios por culpa el bicho (ya sabes a cuál nos referimos), ha llegado el momento de atarse la capa de nuevo y volver a la actividad.
Y es que después de años consecutivos de bajada, la Fundación ANAR ha vuelto a observar un repunte en la percepción de situaciones de acoso escolar por parte del alumnado. Uno de cada cuatro adolescentes ha percibido que hay situaciones de acoso escolar en su clase en el curso 2021/2022. Uno de cada cuatro es mucho más de lo que debemos permitir. De ellos, el 89,5% dicen que ese acoso escolar se basa en los insultos, motes y burlas. Y por eso, Brigada Antiacoso ha puesto en marcha una serie de talleres, en clase, sobre acoso escolar.
En este nuevo proyecto para luchar contra el acoso escolar en esos talleres realizamos una animación de motion graphics que expone un caso hipotético (y habitual, por desgracia) y que plantea una serie de preguntas para abrir debate entre el alumnado. Nos encargamos del guion, los personajes, la animación, la voz, el sonido… con la idea de que fuese sensible, didáctico, actual y ya de paso que enganchase.
La idea es que los alumnos pudieran sentirse identificados y reaccionar ante situaciones de acoso. Para conectar visualmente con ellos usamos ilustraciones planas, de colores intensos, con líneas fluidas y la anatomía sencilla y exagerada propia del Groovy y el Psicodélico, estilos que parecen tener una nueva vida en este milenio. El conjunto resulta divertido, encaja bien en el público más joven, y cuando se anima el resultado es un enganche asegurado. Los movimientos suaves y las referencias de su contexto social terminan de poner el broche al proyecto.
Pero lo interesante es que no se trata solo de un video que se echa a andar. En la animación se incluyeron momentos de pausa que los monitores utilizan para interactuar con el alumnado e promover que identifiquen las situaciones potencialmente peligrosas que les rodean. En definitiva, es una invitación a que reflexionen sobre las posibles causas y soluciones de esos conflictos.
Como siempre, nos sentimos muy orgullosos de decir que hemos colaborado en este proyecto contra el acoso escolar que, seguro, va a cambiar el curso de los acontecimientos de más de un peque, haciendo su vida algo más fácil y creando una conciencia muy necesaria.