¿Qué es comunicación? Dices mientras clavas tu pupila en la pantalla del ordenador. Pues desde el texto de tu último post de Instagram hasta el mensaje del vinilo en tu escaparate. Y es que la estrategia siempre es importante, y también cuando hablamos de palabras.
HablemosSitúate. Tienes que hablar en público y tu audiencia son un montón de adolescentes con sus hormonas revolucionadas. ¿Actitud rebelde? Alguna habrá seguro. ¿Ganas de escuchar a una persona adulta? Probablemente no subirán del 20%. ¿Tu misión? Captar su atención. Que no cunda el pánico, tienes algo a tu favor. Algo que consumen más que las bebidas energéticas: un VÍDEO.
Sí. Todo comienza con que Brigada Antiacoso y Asociación Infania plantean un programa de prevención de acoso. Vienen a Ñ en busca de material visual con el que apoyar las intervenciones que van a realizar en decenas de centros educativos malagueños. Lo tenemos claro desde el primer momento: el formato debe ser un vídeo con un guion que sea cero cringe. Vamos, que algo que no suene a tu padre preguntándote que si vas a dar un voltio y mover el esqueleto con esa peñita que mola cantidubidubidá.
¿Qué hacer? Si crees que es una tarea sencilla, en plan de stalkear expresiones que utilice esta generación para ser todo un admin de su lenguaje, das bastante lache, la verdad. Anda, sigue leyendo de chill, que ir con prisas no te renta.
A ver, la idea de estas intervenciones escolares es plantear en el vídeo una situación de acoso para ir pausándolo y dar opción a los teens de participar reflexionando sobre el tema. Así que, antes de meterte en Google a poner “diccionario de vocabulario adolescente”, debes ver qué vas a contar, vamos, como en cualquier formato de storytelling. Solo que en esta ocasión, Brigada Antiacoso quiere basarla en algo con lo que ya se han topado anteriormente, es decir, la historia nos viene dada, adiós a la libertad de creación.
En un primer momento puede parecer que esto facilita las cosas, pero no es así, porque no puedes poner a los personajes en situaciones que estratégicamente te interesen. Además, por temas de protección, hay que adaptar lo sucedido. Pero lo cierto es que nos quedó una historia digna de erreté. Pero basta de hype, la sinopsis de la versión definitiva es:
“Pasó en este instituto pero sabemos que podría haber pasado en cualquiera. La historia de Javi y Sara se repite. Eran amigos desde siempre pero, al pasar al instituto, se fueron distanciando. Sara empieza a juntarse con unas chicas a las que acosan llamándolas “VAMPIS”. ¿Qué hará Javi? ¿Ayudará a su amiga o la traicionará revelando un secreto de su infancia?”
Pero, ¿entonces no hay que meter palabras de su lenguaje en el guion para no sonar a pureta o cómo va esto? Pues sí, obviamente, hay que adaptar los contenidos con sus expresiones, pero como guiños dentro de una redacción que tenga sentido. Si pruebas a meter todos los palabros posibles en cada renglón, te atascarás y costará entenderlo, como te ha pasado hace, exactamente, tres párrafos, BB.
By the way, este vídeo combina tres formas de comunicarse que son diferentes entre sí: la narración de la historia, el lenguaje coloquial de los personajes cuando hablan entre ellos y el apoyo visual en la pantalla, donde también se incluyen algunas formas de expresión. Pura fantasía
No es sencillo el asunto, to be honest, pero en Ñ nos gustan los retos, crujirnos los dedos, teclear como si no hubiera un mañana y revisar tantas veces como sea necesario hasta que quede listo. ¿Qué sería lo siguiente? Trabajar en equipo para que la para que la parte visual acompañe al guion y los teens no nos hagan un nextazo, of course. Pero eso ya te lo contaremos en otro post. Se viene salseo, sí.