Nos gusta ir con todo, pero todo de verdad: nuestros proyectos, conceptos con los que trabajamos, iniciativas propias, entorno local, identidad territorial… Aquí vaciamos nuestras mentes. Pasen y lean.
HablemosMeta, conocido de toda la vida por Facebook por ti, por mi y por todos los community manager y compis de redes sociales, no solo ha cambiado su nombre, de hecho, eso es lo de menos. Su interfaz experimenta modificaciones constantemente. El intervalo, RI DÍ CU LA MEN TE corto que pasa entre un cambio y otro, no permite llegar a asentar las novedades y profundizar en ellas de forma estratégica y orientada a resultados. Cuando, por fin empiezas a entenderte con la herramienta, te llega un mensajito de “Descubre las novedades para negocios que META ha preparado para ti”. Entonces, sacas un lexatín del blíster, una poquita de agua, y a seguir trabajando.
Me van a perdonar, pero no. En comunicación digital, hay que renovarse constantemente, por supuesto. Hay que investigar, hay que atreverse a hacer cositas nuevas, hay que experimentar por diferentes vías y concebir nuevos formatos. Si nadie dice que no. Y, vale, que sí, que eres META, que estás en Palo Alto, que tienes que ser la vanguardia de la vanguardia. Todo eso está muy bien, maravilloso, wonderful. Pero, hagamos las cosas con sentido ¿no? Porque de nada sirven todos estos verbos de investigar, atreverse, experimentar o concebir si no van acompañados de un observar, comparar, proyectar o establecerse. El cambio por el cambio, no sirve. ¿Qué tendrán sus investigaciones sobre esto? Seguro, por falta de pasta no va a ser. ¿Que esto no llega a traducirse nunca en nada coherente? También.
Hay que tener en cuenta que, en un mismo mes puedes encontrarte con varias modificaciones. Sobre todo en Facebook. Modificaciones, vamos a decirlo claramente, que siempre premian ya no a las grandes empresas, sino a las gigantes, a las multinacionales. Que sí, que vale que esas son las que más manteca te dejan, si aquí eso lo tiene claro todo el mundo, pero, el nivel de ingresos que puede entrarte por las infinitas PYMES que utilizan tus servicios de manera profesional no puede, ni debe, obviarse. Porque al final se van. Como prueba clara de ello es la estampida que hay de negocios que ya no eligen Facebook como herramienta de comunicación.
¿Y qué haces como profesional que pasas horas trabajando con esa plataforma? Ya seas Social Media, Content Creator, Content Curator, Community Manager, especialista en Marketing Digital o el Cristo que los fundó, lo único que te queda, lo único que puedes hacer, es adaptarte. Porque Meta te va a mover las cosas de sitio sí o sí.
Y tú dirás, bueno, pues cuando haya un cambio, que lo busquen, que seguro que hay alguien que lo ha explicado, que se lo lea y ya está. [Insertemos aquí un minuto de silencio para las risas nerviosas, gritos y lágrimas para mis community manager y compis de redes sociales].
Pues no, no es así de sencillo porque además, los cambios, no suelen implementarse al mismo tiempo en todas las páginas. ¿Significa esto que puede ser que tengas unas páginas con unas funcionalidades y otras que no las tengan? Efectivamente. ¿Incluso perteneciendo al mismo negocio? Yes. ¿Incluso perteneciendo a una misma cuenta de Business Manager? Sí, darling. Pero… ¿y si yo veo algo que tiene otra clienta que tú llevas y lo quiero igual, me lo podrás poner, verdad? Puede que sí, puede que no. Los caminos de Meta son inescrutables.
A todos estos cambios constantes, hay que sumar los fallos inexplicables que se pueden dar cada día. Según el oráculo, cuando alguien toquetea las tripas de la herramienta, es posible que pete por algún lado. ¿Pero no has dicho que hay como un montón de cambios al mes? Así es. Entonces… ¿eso significa que hay un montón de fallos al mes? ¡Me gusta cuando prestas atención!
Te adelantamos ya que no vamos a enumerar todos los cambios que se han ido produciendo en los últimos años en Meta y, particularmente, en Facebook. Más que nada porque no hay suficiente scroll en todo Internet que pueda abarcar una lista tan ingente y, a la par, innecesaria. Las 7 horas que se pasó Asian Andy durmiendo en su Twitch, están más justificadas que esto.
Ahora bien, las ganitas de ser el Google de las redes sociales que tiene Zuckerberg cantan más que el sobaco de un profesional de la churrería en agosto, por decirlo finamente. Solo centrándonos en las compras de las plataformas más importantes, tenemos a Whatsapp, Instagram o Giphy, ok. Pero las compras fallidas que atesora, hablan por sí solas: ha intentado embolsarse Twitter, Snapchat, Tik Tok o Telegram, entre otras.
Y este culo veo, culo quiero, no solo se traduce en grandes adquisiciones, sino que también afecta, cómo no, a las propias funcionalidades de las plataformas que ya posee, a las que le va añadiendo cada vez más opciones, dispersando aún más tus posibles estrategias orientadas a resultados. Esos resultados que como Community Manager te exigen, sí. Buen ejemplo de esto fue cuando Facebook incorporó las stories a su plataforma, que también se puedan hacer reels, o la tienda para comprar por Whatsapp. Y esto es un no parar. De hecho, recientemente ha “convertido” de nuevo, las páginas a perfiles. Algo que en palabras de mi compi del departamento supone “Hemos retrocedido 10 años así, de una patada en el estómago”.
Recomendamos, encarecidamente, leer esto tapándote los ojos con las manos y dejando un huequecito pequeño para ver. El autoengaño es bien.
Así que, si después de leer todo esto, más esto, te sigues preguntando que de dónde hemos sacado el porcentaje del título sobre los problemas de ansiedad que sufre cada Community Manager, es que no te lo has leído bien. Por mi parte solo queda decir que para irnos a un Black Mirror o a un Years and Years, me quedo con las míticas páginas de Señoras que, que, por supuesto, ya no existen porque así lo decidió en su día Zuckerberg. Hazte fan. Ah, no, calla, que eso también lo quitó.
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