Vas por ahí, ves algo por el rabillo del ojo, lo recuerdas al llegar a casa y eso te lleva a una idea, o a material para un proyecto, o a mirar un concepto de otra forma. Esto va sobre la invasión aleatoria de la cultura en el diseño y cómo eso nos inspira.
HablemosMira qué curioso que cuanto más escribo, mejor escribo. Esta es una broma que solía decir mi padre siempre, y aunque él la aplicaba al aprendizaje de idiomas, la verdad es que vale para todo. Sobre todo en lo que concierne a lo creativo.
Al final todo es músculo: la creatividad también. Y en mi caso, que escribo de todo, tengo que decir que cada género que toco me sirve para mejorar en otro. Aunque no tengan nada que ver.
Trabajar en una agencia de publicidad, así, sin duda me ha venido genial para convertirme en mejor dramaturga, para ser mejor guionista, y en el caso que nos ocupa, ser mejor escritora de narrativa.
Digo el caso que nos ocupa porque hoy es el día del libro y yo he venido aquí a hablar del mío: El verano de los lugares fríos. Y de paso, agradecer a la publicidad, y a la que es mi casa publicitaria, Factor Ñ, por ayudarme a tener mejores bíceps narrativos.
¡Feliz día del libro! Y si queréis comprar el mío, aquí os cuento como.