Nos gusta ir con todo, pero todo de verdad: nuestros proyectos, conceptos con los que trabajamos, iniciativas propias, entorno local, identidad territorial… Aquí vaciamos nuestras mentes. Pasen y lean.
HablemosEs probable que alguien – o nosotros – te hayamos dicho en algún momento que el primer paso que debes dar en tu proyecto es la definición de la estrategia en tu negocio. Y también es muy posible que te hayas quedado con las dudas sobre lo qué te estábamos contando, exactamente. En este post nuestra intención es que podamos fijar algunos conceptos para que comprendas la importancia que tiene la estrategia como primer paso antes de emprender ninguna acción de comunicación (como la elección del naming).
Si nos vamos al origen etimológico de la palabra, estrategia viene de stratos (ejército) y ago (dirijo, lidero). En su definición más antigua, es toda acción o arte de liderar un ejército para ganar una batalla. Si lo extrapolamos a la empresa, obtendríamos un concepto casi igual: liderar un grupo para alcanzar objetivos, ya sean económicos, de reconocimiento…
La estrategia, en definitiva, es un plan táctico, que está diseñado cuidadosamente para que alcancemos esos objetivos definidos (también en este mismo plan).
En este sentido, en Factor ñ entendemos esta estrategia como una combinación y convivencia necesaria entre la estrategia de marca y la estrategia de negocio. Como seguro que sabes, la segunda busca obtener un rendimiento económico, definiendo productos, target, mercado, costes, logística, etc. La primera, en cambio, define el activo intangible de mayor valor para el negocio. Es decir, la marca: misión, visión, personalidad, tono de comunicación y cultura, entre otros.
Nosotros entendemos la estrategia como un todo, que debe recoger desde los productos ofrecidos hasta los arquetipos que representan la personalidad de la marca. Es la concepción de un plan desde el fuero más interno de la empresa, y que se extiende hasta todo lo que rodea la empresa. Eso incluye, también, la competencia – real y aspiracional – y el target objetivo, los clientes reales…
Es decir, y por rematar el concepto: definiendo tu estrategia vas a tener una visión clara y estructurada de quién eres, cómo te comunicas, qué ofreces, dónde te encuentras y cómo llegar hasta donde te has planteado.
La experiencia nos dice que la estrategia no es algo que esté en todo negocio o proyecto, aunque lleven existiendo desde hace bastante tiempo. Y, si existen, es probable que no hayan evolucionado al mismo tiempo que la empresa, así que pueden ser definiciones obsoletas, plantear objetivos ya alcanzados o incluir públicos objetivos que ya no son realistas.
La estrategia debe comprender la visión de todas las áreas de una empresa, desde producción hasta atención al cliente. De esta forma, se establece un crecimiento consensuado, de forma alineada que finalice en una misma meta.
Para eso es vital que convivan el plan estratégico con el briefing creativo. Y que ambos estén bien definidos, acotados y cuenten con el apoyo de todos los departamentos implicados.
El plan estratégico nos ayudará a definir los criterios a seguir en cada una de las decisiones que debamos tomar en branding. Es, por así decirlo, la base sobre la que se deberán asentar todas las decisiones que tomes en la comunicación de tu empresa.
Desde Factor ñ afrontamos este proceso en tres fases que analizan diferentes visiones de la empresa que se deben complementar entre sí: análisis de la propia empresa, análisis del mercado en el que se encuentra y análisis de los clientes (que lo identificarás como target, buyer persona…).
Es decir, el plan estratégico es un análisis hiper profundo del entorno exterior de la empresa, compuesto por otras empresas, proyectos o iniciativas del entorno (ya sean competidores directos por ámbito de actuación o sean competencia aspiracional, con ideas y pensamientos afines). Y, por otra parte, las personas que están potencialmente interesadas en el negocio (que pueden ser ya clientes, clientes de la competencia o público objetivo que, por intereses similares, nos interesa). Y este análisis profundo de competencia y target incluye analítica de las formas de comunicación, diseño, uso de color, productos, ventajas competitivas (precio, calidad), cómo nos percibe el usuario actual, etc.
La otra parte del análisis es el ecosistema interno de la empresa, que busca analizar qué productos o servicios se ofrecen, cómo se ofrecen, características competitivas del mismo, visión de futuro a corto y largo plazo, fortalezas y debilidades, canales de comunicación, departamentos que componen el negocio…
Si lo haces con Factor ñ, en absoluto. En las sesiones de estrategia y en la definición final del documento estratégico te acompañará un planner.
El planner es quien te guía y ayuda durante las sesiones de trabajo a preguntarte factores clave, definir y trabajar objetivos, audiencias… Podríamos decir que en las sesiones es como una avispa: va picando con preguntas, supuestos y situaciones para sacar la verdadera esencia del negocio.
Y el planner también es quien, al final, resume, condensa y extrae las conclusiones para elaborar el documento que llamaríamos “Informe de estrategia”. En ese documento es donde se reúne toda la información clave que hemos conseguido extraer en las sesiones de trabajo.
Este plan estratégico, al final, se acuerda y firma entre la empresa y la agencia (nosotros, en este caso) para que sirva como hoja de ruta en todas las acciones de comunicación que se lleven a cabo.
Pero es muy importante entender que no es un documento estanco: debe revisarse, actualizarse y volver a trabajarse cada cierto tiempo. Porque la empresa no es un ente inmutable, está vivo y va evolucionando junto con su entorno.
Si quieres que te ayudemos en este proceso, para conseguir el equilibrio perfecto entre estrategia y creatividad que necesita tu negocio, estaremos encantados de escucharte y trabajar contigo en lo que necesites.