Ojos que no ven, marcas que se resienten
— Por Marisa
Las agencias de publicidad somos verdaderos catalizadores del mercado. Al trabajar con múltiples sectores, los clientes nos preguntan por la situación del mercado. Saben que la publicidad es un verdadero termómetro de las expectativas económicas en cada etapa vivida. El CIS puede intentar medir la temperatura de la situación socio-económica, pero es nuestra (agencias de publicidad) la palma de la mano que se quema para ver si ya podemos echar el arroz.
No es un misterio el contexto económico-político en el que nos encontramos, pero la palabra crisis inunda titulares desde el 2008 (o igual antes – risas –). Y entonces, ¿qué hubiese ocurrido si desde entonces nos hubiésemos paralizado? ¿Cuántos de los pronósticos no se llegaron a verificar? ¿Cuántas oportunidades innovadoras han surgido en estos años? Y ahora ¿te imaginas que todos esos cerebros se hubieran quedado estáticos, esperando impávidos para dar forma a las ideas? Cuánto retraso nos hubiera traído.
Asumamos que debemos vivir con la palabra crisis, pero no como un concepto apocalíptico, y sí con el significado original del vocablo: un cambio inevitable, decisivo. Afrontemos que sí, se avecinan turbulencias y debemos “tener cintura estrecha”. Y ahora, actuemos en consecuencia.
Como dice Gui Bonsiepe:
Nadie negará la fuerza omnipresente y hasta aplastante del mercado, pero una cosa es aceptarlo como realidad y otra imponerlo como única realidad.
En este contexto, en Factor ñ somos menos de “lo veo negro” y más de in-formar (poner algo en forma). Nos remangamos y te dejamos algunos de nuestros factores clave para mirar más hacia delante que hacia los pies.
- Atreverse a la anticipación. Alerta spoiler: no sigas leyendo si tu marca no está dispuesta a jugársela en este primer punto. El mundo ha cambiado, las marcas tienen que responder a nuevas iniciativas y oportunidades de negocio. Sigue al punto 2.
- Marcar la diferencia. Andy Stalman afirma Como todo y todos somos únicos, nada es único. La diferenciación se ha convertido en un requisito fundamental para construir una marca. Ser diferente no lleva implícito ser extremo o radical, pero sí marcar un punto y aparte. En un mundo tan saturado de oferta, con tantos productos similares la decisión no se basa siempre en la calidad de tus productos. Los consumidores compran valores que les ofrecen marcas con autenticidad, sinceras y con demostrada credibilidad.
- Convertirse en tendencia. A medida que el mercado se transforma, tu marca deber de evolucionar con él. Escucha activamente lo que se pone frente a ti: cambios sociales, tecnológicos, políticos, cultura popular o la investigación, y ante ello actúa en consecuencia. Bichea los sectores en tendencia e inspírate: servicios en la nube, robótica, salud móvil, servicios bajo demanda, realidad virtual, impresión 3D, drones, etc.
- Humanizar al consumidor. No te olvides de que Paco y Marta tienen valores y sentimientos, no son solo una cifra de ventas más. Debemos conocerlos mejor y centrarnos en ellos. ¿Cómo lo vamos a conseguir? Diseñando estrategias que te permitan crear vínculos más empáticos con tu audiencia. Eso que decíamos antes sobre la autenticidad y la cercanía, ¿recuerdas? Pues hay que llevarlo a cabo a través de los canales correctos, y con las acciones adecuadas. Y si los involucras en formar parte de la historia de la marca con experiencias compartidas, entonces redoble de tambor.
- Si es local, mejor. Los consumidores saben lo que quieren y se sienten influenciados por sus iguales. Buscan proximidad y marcas que respeten valores sostenibles, con conciencia social. La comunicación a nivel local y que ponga en valor su entorno social y cultural más cercano van a ser claves.
- No te quedes corto de información. En relación a puntos anteriores, apuesta por ofrecer información a tu audiencia. Pero que sea información verdaderamente relevante como aval en el contexto de credibilidad y calidad de tu marca. La demanda está en la información como valor añadido y diferenciador, destacando como estrella brillante un entorno plagado de fake new y cibercebos o clickbait. Tu consumidor necesita veracidad, y aquí los medios tradicionales siguen siendo un plus gracias a su labor de verificación de la información y el ritmo más pausado impuesto por su propio funcionamiento.
- Estar omnipresente. La multiplicidad de canales donde mostrar el mensaje de tu marca es un hecho desde hace años. Ya son mucho más que multitud. Y sí, es verdad que la pandemia ha acelerado este cambio. Ahora la frontera entre el on y el off pasa a un segundo plano. La estrategia es la que marca las pautas, la que da sentido a las acciones y canales a elegir. Ahora ofrecemos una publicidad de mayor valor real conociendo el cómo llegar mejor a nuestras audiencias. No lo olvides, tu cliente ahora tiene más herramientas para decidir mejor.
- Redes sociales como nuevo buscador. ¿Te acuerdas de Tik Tok verdad? Qué risas analizando la red social y diciendo: esto no es para mí marca. Pues vale, puede ser y quizás no sea tu target, pero ha sustituido a Google como buscador para la Generación Z. Y eso significa que en la actualidad sigue siendo muy verdadera la premisa “si no estás en redes sociales, no existes”. Y no solo para la población más joven.
- Convertir como único objetivo está mal. Si, sabemos que tu empresa sobrevive de vender. Pero hay que vender y que venderse. Una cosa son tus contenidos, que comunican cómo eres, y otra cosa son tus estrategias de captación, que colocan el producto en la población. Puede ser que las redes sociales, y no solo Tik Tok, no te generen de primeras una conversión destacable en tu negocio. Pero lo que sí hacen es proporcionar la imagen adecuada de tus servicios y la personalidad y valores de tu marca. Porque esta herramienta es el lugar donde todos los puntos anteriores se encuentran y se hacen patentes: diferenciación, humanización de marca, adaptación al mercado…
- Si me lo vas a contar, que sea en vídeo. Y es que la gente no lee, pero sí escucha. Perdona si has llegado hasta este punto del post leyendo, quizás tú seas la excepción que confirma la regla. Pero es que los contenidos en vídeo han tomado el escenario: Youtube, Tiktok, Instagram reels… Y encima se están configurando los algoritmos para premiar eso por encima de todo lo demás. Como nos cuentan en el último estudio de Metricool, “el alcance de los reels es 1.218,31 veces mayor que el de los post con imagen”.
Nos ha quedado un decálogo precioso, pero ¿le puedes seguir el ritmo? Nosotros creemos que sí, pero también que necesitas ayuda. Para que así puedas centrarte en dar lo mejor de ti en tus servicios, y dejar que alguien que esté codo con codo contigo se ocupe de comunicar lo bien que lo estás haciendo. Que conste que ha quedado usted in-formado.
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