Random

Pensamientos espontáneos que se nos pasan por la cabeza, ideas que van cobrando fuerza a medida que se mueve el sector o nuevas formas de ver el medio.

Todos los Random

Tráeme una camiseta, del equipo que sea

7 de agosto de 2025 — Escribe: Javi — Participan en el proyecto: Javi y su colección

    Desde que era un niño, tuve una atracción especial por las camisetas de fútbol. Nunca fui demasiado hábil con el balón, siempre solía ser el último del patio en ser elegido para jugar en el equipo de turno. Era algo frustrante porque en el Pro era bastante bueno, y parecía bastante fácil ir a 50km/h por la banda controlando un balón, pero por lo que fuera nunca jugué más de un partido “competitivo” contra otro colegio. Mi entrenador Antonio siempre me apoyaba pero en la vida real no hay R1 para correr más.

    Siempre que mi padre iba a algún lado por trabajo, tenía la coletilla de que me trajera una camiseta de fútbol del [introducir ciudad] pero él no lo hacía y yo me enfadaba, aún no sabía lo que valía una camiseta que literalmente es de plástico. A veces me regalaban alguna camiseta visiblemente falsa y aún así la lucía super orgulloso, aunque siempre escuchara el comentario del tonto de turno; “nove de falsa”. Intentaba que no me afectara, pero claro, con ciertas edades estos comentarios pueden afectar más de lo que uno piensa. Aun así, conservo todas estas camisetas que ahora muestro con orgullo porque fueron lo que pretendo que sea una parte de quien sea mi dignx herederx, si es que tengo; si es que le importa.

    No voy a criticar duramente el mercado de las falsificaciones cuando he recurrido a ellas cuando no he tenido dinero y me hacía cierta ilusión tener la de esa temporada. Está claro, es un producto muy caro para lo que es, inflado desmesuradamente y que se  aprovecha de la fidelidad del aficionado. Pero sí que es criticable el hecho de hacer negocio con ellas, y engañar a gente que realmente quiere conseguir una original.

    “Mira que camisetón, de la final de la Champions 1999”. Comentarios de este estilo se escuchan frecuentemente entre el público del moderneo y los  influencers. En ese año seguramente no tendrían ni 5 años, pero casualmente tiene una camiseta de su talla (con 30 años) e impoluta. Te creeré cuando sea una talla S y no te la puedas ni poner.

    Y este, en el fondo es el problema. Joyas que guardaste en tu armario pese a las broncas de tu madre, acaban siendo asumidas como réplicas por culpa de esta tendencia y vuelta a lo retro, y molesta mucho cuando tienes camisetas conmemorativas o limitadas o difíciles de encontrar, puedan ser vistas desde fuera como una imitación más de esta nueva moda, y tú solo estuviste en el momento adecuado. Aunque a veces es bastante evidente la diferencia, la persona que le tenga el mismo aprecio que tú lo sabrá, y entenderá, y mola mucho cuando sabes detectarlas. Pero Ojo, a veces hay que mirar hasta las etiquetas interiores.

    Para terminar, quería dar mi opinión sobre este tema. Está claro que la moda de llevar camisetas de fútbol a todas partes cambiará. Ya pasó con las de la NBA, y pasará con esto muy pronto. Las imitaciones han llegado a niveles altísimos, y es normal también que aficionados no se quieran gastar 80€ (como mínimo) por temporada en camisetas. Yo también lo he hecho, pero consciente, y sabiendo que no forma parte de mi colección.

    Lo último… si tuviera que quedarme con dos, sería bastante complicado, pero aquí os dejo mis joyas favoritas, no por el valor económico que pueden tener actualmente sino por lo que marcaron en mí, y que jamás vendería.

    La primera liga de Ronaldinho con el FCBarcelona, y la del Málaga de 2006, firmada por Eliseu, Manolo Gaspar, Arnau, Fernando, y alguno que se explayó en la firma, no recuerdo quién era.

    Espero que os guste la colección de camisetas y… si tenéis alguna que no sepáis donde meter, aquí en Ñ, hay un cajón (guiño).